LUIS CAPPIELLO

LOS OTROS

 

 

 

 

"Todo hombre debería tener dos vidas", recuerdo esa frase ahora como posible denominador común de estos relatos recopilados después de todo.

Tratan lo de siempre: nuestra humanidad.

Hay en ellos, como es lógico, muchos rastros de libros, de pensamientos, de términos que insisten, de eufemismos, de personas, de esos otros que (propios o intrusos) habitan confusamente en lo que somos y que –al optar– hemos condenado, obligados o temerosos, al ocultamiento.

Los que llevan la insoluble cuenta de lo que hicimos mal, de lo que no se pudo, de aquello que nos ha negado aun cuando en algunos casos le pusimos más empeño que a lo obtenido.

Dejarlos asomar entre estas hojas es pagar cierta deuda, dedicarles algún reconocimiento por su secreta complicidad, una súplica inútil de absolución, y un condescendiente "reproche" por habernos permitido ser lo que tal vez no éramos (o engañarnos con lo que pudimos ser).

De esas equivocaciones, de esas oportunidades desechadas o perdidas que resisten en la imaginación, más o menos, creo, pueden estar hechos básicamente estos cuentos. De lo que no es.

Supongo que para eso se escribe ficción.

Del resto, nos ocupamos (bien o mal) todos los días.